Por Caro Diciembre 16, 2022
Tuvo varias parejas y otros tantos abortos. Una vez fue gay. Entonces aceptaron a Cristo como su Salvador y Señor y sus vidas cambiaron. Pero tienen un pasado pesado. ¿Puede esto complicar nuestra relación?
Cuando Dios nos perdona, lo hace completamente. “Yo les perdonaré sus iniquidades, y nunca más me acordaré de sus pecados” (Hebreos 8:12 NVI). En griego, la palabra “recordar” que se usa aquí es “mnaomai”, que significa recordar, pero también traer de vuelta a la memoria. No es que Dios olvide nuestro pasado (¿cómo podría el Dios omnisciente olvidar algo?), es que elige no traerlo de vuelta a su memoria, elige no hablar de eso y así seguir adelante. En el versículo 2 Corintios 5:17 (NVI) está escrito: “Por lo tanto, si alguno está en Cristo, es una nueva creación. ¡Lo viejo ha pasado, ha llegado ya lo nuevo!” No importa el pasado por el que hayamos pasado, no importa las malas decisiones que hayamos tomado, nacer de nuevo comienza de nuevo.
Sin embargo, aunque seamos perdonados, que Dios ya no nos condene por esta ofensa, tenemos la mayor parte del tiempo para vivir las consecuencias de nuestros errores. A veces, estas consecuencias desagradables son la mejor manera de enseñarnos a no volver a tomar estas malas decisiones. Aunque Dios perdonó el adulterio de David con Betsabé, su hijo primogénito murió como resultado del pecado de David (1 Samuel 12:13-14). Si cometemos un asesinato, Dios puede perdonarnos, pero aún tendremos que pasar tiempo en prisión por lo que hemos hecho.
Lo mismo ocurre con nuestros errores en el campo relacional. Aunque Dios perdona nuestros pecados y nos da nueva vida, es muy posible que queden algunas cicatrices. Dios puede sanarnos emocionalmente, pero nuestros seres queridos pueden tener malos recuerdos de nuestros errores y recordárnoslos a menudo. Cuando estamos enamorados de una persona con un pasado complicado, pero con un pasado perdonado, podemos confiar en Dios y de la misma manera, confiar en esa persona y vivir una relación armoniosa. Sin embargo, en las celebraciones familiares, o incluso en las reuniones de la iglesia, puede haber cierta tensión en el aire. Es una presión difícil de soportar para la persona que tiene este pasado complicado, pero esta presión también se trasladará a la pareja. Cuando nos casamos con una persona, también nos casamos con su familia, su entorno y su pasado.
También es posible que la persona especial que acaba de entrar en tu vida tenga dificultades para perdonarse a sí misma. Pueden permanecer en guardia en determinadas circunstancias; tenga esto en cuenta en sus discusiones. Puedes acompañarlo en el proceso de autoperdón, pero no te hagas el salvador. Recuerda que es Cristo quien sana, no tú, ya veces se necesita ayuda profesional. Si le resulta difícil vivir con el pasado complicado de alguien, no se case con esa persona. La situación no mejorará necesariamente con los años. Necesita estar en paz con su pasado antes de comprometerse de por vida. Tu función no es recordar constantemente el pasado de esta persona (¡probablemente las personas que la rodean ya lo hagan con demasiada frecuencia!). Pero si ella te lo cuenta, entonces tu papel es escucharla y guiarla a Cristo, quien nos ha perdonado y nos ha dado vida nueva.
Tienes que escuchar lo que los que te rodean tienen que decir sobre la persona que hace latir tu corazón, para saber cómo se sienten respecto a los que le rodean. Pero no olvides que a veces los que te rodean exageran lo sucedido. Incluso es posible que la gente te hable mal de una persona cuando no hizo nada, o al menos no hizo exactamente lo que dice. Antes de juzgar a alguien, o incluso antes de rechazar a alguien, asegúrese de saber toda la verdad sobre una situación. Conocí a una mujer joven que siempre estaba en su rincón en la iglesia, no hablaba con nadie y nunca sonreía. Algunas personas comenzaron a decir que esta joven no hablaba con nadie porque era una snob, se creía mejor que los demás, etc. Pero la única razón por la que se mantuvo alejada fue porque estaba avergonzada. ¡Debemos tener cuidado con lo que dice la gente y siempre revisar nuestras fuentes!
Salir con alguien con un pasado complicado (e incluso casarse) no es imposible, pero requerirá más paciencia, compasión y confianza. Si no se siente cómodo con esta misión, retroceda rápidamente. Pero si está listo para asumir este desafío, seguramente encontrará perlas raras.