Dios prefiere la obediencia
A veces intentamos ocultar un pecado con una buena acción. O justificamos nuestras malas acciones espiritualizándolas. Pero esto no agrada a Dios, porque siempre prefiere la obediencia.
A veces intentamos ocultar un pecado con una buena acción. O justificamos nuestras malas acciones espiritualizándolas. Pero esto no agrada a Dios, porque siempre prefiere la obediencia.
Nuestro tiempo de citas no es un proyecto libre de riesgos. No debemos ir de cabeza sin antes cuidar de proteger ciertas partes esenciales de nuestras vidas.
En nuestras redes sociales, encontramos gatos gruñones muy lindos. Pero cuando se trata de un gato que tenemos que cuidar y se niega obstinadamente a nuestro cuidado, es menos lindo, es incluso una carga. ¿Eres el mismo?
El tiempo de las citas está ahí para ver si estamos listos para vivir con esa persona para siempre. A veces nos damos cuenta de que no, esta relación no puede continuar. ¿Cómo romper con alguien minimizando el daño?
Cuando tomamos la decisión de seguir a Jesús, también abandonamos ciertos hábitos destructivos. Pero, ¿y si nuestros viejos amigos vuelven a visitarnos? ¿Cómo mantener el rumbo?
“Abre los ojos de mi corazón…”, dice el himno popular de Paul Baloche. Y lo cantamos a todo pulmón. Pero, ¿hacemos de ello una oración? Podemos estar tan distraídos por lo mundano que nos olvidamos de la eternidad.
Nuestro Padre Celestial es tan generoso. Cuando seguimos Sus caminos, Él nos conduce a maravillosas bendiciones. Pero cuidado, si no cuidamos bien estos hermosos frutos de Dios, pueden pudrirse y envenenar nuestra vida.
Todo lo que Dios ha creado es maravilloso. Es una forma de recordarnos el amor y el poder de Dios. Pero también nosotros somos su creación: ¿nuestra vida lleva a quienes nos rodean a alabar a Dios?
Vivimos en un mundo de información, nadamos en una abundancia de conocimiento. Tanto es así que ya no vemos la necesidad de un mentor. Sin embargo, la Biblia alienta fuertemente esta práctica.
“¿Es eso lo que es un cristiano?”, a veces dudan algunos incrédulos al mirar la vida de quienes dicen haber nacido de nuevo. Para ser verdaderamente como Cristo, no tenemos otras opciones: debemos ser llenos del Espíritu Santo.
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Plantilla creada por Bootstrapious. Adaptada a Hugo por DevCows.