aislar

Vive solo, está bien. Aíslate, ¡no!

Antes, para ser ermitaño había que vivir en una cabaña de madera y ser autosuficiente. Hoy, con la tecnología y las entregas a domicilio, podemos pasar varios días sin ningún contacto físico. Pero eso no es realmente lo que Dios quiere.

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