Por Caro Julio 15, 2022
En estos días no es raro que una pareja no creyente se mude junta sin estar casados. Pero, ¿y los cristianos? ¿Deben los hijos de Dios abstenerse de cohabitar hasta que estén casados?
El 1 de julio, en Quebec, es el gran vals de los camiones en movimiento. Ese día, y durante el resto del mes, miles de quebequenses deciden cambiar de casa. Para algunas parejas, este será su primer apartamento juntos. Ya sea por razones prácticas o porque la boda está planeada para poco tiempo, algunas parejas cristianas también consideran mudarse juntos aunque no estén casados. Pero, ¿qué piensa Dios de eso?
La Biblia no dice nada al respecto, porque en la época en que fue escrita no era nada común que una pareja no casada viviera junta. Jacob ciertamente vivió con la familia de su futuro suegro durante siete años, antes de casarse con su hija, pero no vivió exclusivamente con ella. ¡Ciertamente no compartía la misma habitación! Como en muchas áreas relacionadas con nuestra sociedad moderna, la Biblia no es específica.
Lo pegadizo de esta práctica es que las parejas que deciden vivir juntas son generalmente sexualmente activas. Y en este punto, la Biblia es clara, las relaciones sexuales deben reservarse para el matrimonio. En Génesis 2:24 (RVC), leemos: “Por eso el hombre dejará a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán un solo ser”. Aquí hay un orden de cosas: te separas de tus padres, te casas (te unes a tu esposa) y luego la pareja puede convertirse en una sola carne. En otra parte de la Biblia, cada vez que se menciona la sexualidad fuera del matrimonio, es para condenarla.
Entonces, ¿qué pasa con una pareja que vive junta, pero cuyas parejas tienen una “habitación separada”? Si es así, ¿es esto aceptable? La Biblia no condena esta práctica, pero tampoco la alienta. Sin embargo, recomienda tener una conducta que le permita al cristiano mantener una reputación impecable. No debemos comportarnos de una manera que sugiera que estamos pecando, y será muy difícil defender nuestra pureza si vivimos juntos antes de casarnos.
Cohabitar antes del matrimonio no está en el plan de Dios. Como cristianos, debemos desear seguir los pasos como Dios los ha establecido. Debería haber una diferencia entre el comportamiento de un hijo de Dios y el del mundo. Esto confirma nuestra conversión. “A los habitantes de Damasco primero, luego a los de Jerusalén, a toda Judea y a los no judíos, les anuncié que deben arrepentirse y volverse a Dios adoptando una forma de actuar que confirme su cambio de actitud”. (Hechos 26:20 RV) Nuestra conducta debe confirmar que somos diferentes, que somos cristianos, y que no seguimos modas mundanas sino principios bíblicos.
No se deje corromper por la idea de que tienen que vivir juntos antes de casarse para “ver si son el uno para el otro”. ¡No necesitamos “practicarnos” para tener un matrimonio pleno! Si sabes que la persona con la que quieres casarte es una buena candidata para ti, porque cumple con los pocos criterios esenciales, ¡cásate! No es necesario un período de prueba, tendrás toda tu vida para aprender a vivir juntos en armonía.