Creado a imagen de Dios

Por Caro Octubre 11, 2024

Normalmente, cuando citamos un versículo del Génesis durante una conferencia sobre relaciones, es Génesis 2:18, porque habla del matrimonio. Sin embargo, antes del matrimonio viene una parte aún más importante de nuestra esencia: fuimos creados a imagen de Dios.

“Entonces dijo Dios: «¡Hagamos al hombre a nuestra imagen y semejanza! ¡Que domine en toda la tierra sobre los peces del mar, sobre las aves de los cielos y las bestias, y sobre todo animal que repta sobre la tierra!» Y Dios creó al hombre a su imagen. Lo creó a imagen de Dios. Hombre y mujer los creó” (Génesis 1:26 y 27 RVC). Todos somos creados para ser Su imagen, independientemente de nuestro estatus social. Es la parte esencial de nuestro ser, nuestro principal destino, nuestra mayor vocación.

No importa nuestra cuenta bancaria, nuestro tamaño, nuestra edad, somos Su reflejo. “Por lo tanto, todos nosotros, que miramos la gloria del Señor a cara descubierta, como en un espejo, somos transformados de gloria en gloria en la misma imagen, como por el Espíritu del Señor” (2 Corintios 3:18 RVC). En este versículo se menciona que somos “transformados” porque debemos regresar a ese primer estado para el cual fuimos creados. Con la entrada del pecado al mundo en el Jardín del Edén, el reflejo de Dios, nosotros, quedó mancillado. Es por eso que el versículo aquí dice que necesitamos que el Espíritu Santo obre en nosotros y nos purifique nuevamente. Esta es una gran responsabilidad, porque para algunas personas seremos la única imagen de Dios que verán en su vida. Y seamos realistas, convertirnos en un buen reflejo de Dios también hace que sea mucho más fácil llevarnos bien con nosotros, ¡lo cual es muy útil para las personas que están saliendo!

Dejar que el Espíritu Santo limpie nuestro espejo requerirá esfuerzo de nuestra parte. Porque tendremos que negarnos a seguir los deseos de la carne. A veces podemos sentir que estamos perdiendo al hacer esto, pero eso es una mentira del enemigo porque estamos destinados a ser su reflejo, lo que significa que solo nos sentiremos plenos y en paz cuando hagamos aquello para lo que fuimos creados. Si usamos el control remoto del televisor para revolver la sopa, romperemos el control remoto y la sopa no será comestible, porque el control remoto del televisor no fue creado para eso. Tenemos que utilizar una cuchara de madera. Sólo cuando hacemos aquello para lo que fuimos creados podremos ser verdaderamente felices.

Hay otra razón por la que Dios quiere que seamos su reflejo, y es para protegernos. “El que los escucha a ustedes, me escucha a mí. El que los rechaza a ustedes, me rechaza a mí; y el que me rechaza a mí, rechaza al que me envió” (Lucas 10:16 RVC). Cuando somos un espejo limpio y reflejamos a Dios, si la gente dice cosas malas de nosotros, Dios dice que Él mismo se encarga de todo. Ser Su imagen traslada el dolor que recibimos a Dios, y Él siempre defiende Su imagen. Teniendo esto en cuenta, tengamos también cuidado en cómo tratamos a los demás: porque si herimos a alguien con nuestras palabras y acciones, dañamos la imagen de Dios.

Finalmente, debemos recordar que fuimos creados a imagen de Dios, lo que también significa que somos sólo Su imagen, no somos Dios. Él no tiene límites, pero nosotros sí. No carguemos sobre nuestros hombros más de lo que Dios nos pide. Como imagen, dependemos completamente de Dios. Sigámoslo, dejemos que Él sane nuestro espejo roto, limpie nuestro espejo sucio y usenos para reflejar Su gloria. Porque para esto fuimos creados.